No sé si por falta de originalidad o por admiración por las viejas joyas, pero durante los últimos años se ha puesto de moda reconstruir, y en algunos casos “destruir”, películas ya existentes adaptándolas a nuestros tiempos.
Es todo un reto el arriesgarse a realizar la nueva copia de clásicos como “King Kong”(1933), “El cabo del terror”(1962) o “Robocop”(1987). Unas construidas de forma acertada, otras una mala imitación olvidable. Por norma general, agárrate a un buen clásico y que no te den el cambiazo.